Y gritó la h de nuestros 'hasta mañana' que quería dejar de ser muda.
Y se quejó el cero a la izquierda, con el que siempre me comparé, porque odiaba ser siempre tan molesto.
Y los signos de interrogación exclamaron que querían dejar de obtener respuestas negativas;
y los de exclamación no dejaban de preguntarse que por qué los te quiero que estaban entre ellos habían tenido tan poco resultado contigo.
Y las comas que nos separaron durante cortos periodos de tiempo se quejan porque ellas no querían eso.
Y aparece el punto final que pusimos entre nosotros para decirnos que todo fue contra su voluntad.
Y aquí estoy yo viendo está revolución de la ortografía contra ese 'nosotros' tan inexistente y esperando que aparezcas sabiendo que no lo harás.
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