lunes, 22 de septiembre de 2014

Cómo, cómo, cómo.

¡Y cómo moría por sus clavículas!
Cómo me gustaba besarlas, acariciarlas y sentir como se erizaba su piel al roce de mis dedos.
Cómo de loca me volvía susurrale "te quiero" al filo de esa piel.
Cómo deseaba clavarle mis uñas en su espalda mientras sus gemidos sonaban totalmente arrítmicos al filo de mi oreja.
Cómo necesitaba esos besos, tan calientes y tan fríos a la vez.
Y cómo dolió esa ausencia de cuándo la vi marchar.
Cómo dolió ver que jamás volvería a sentir esos besos, esos gemidos y esa piel erizada que desprendía un perfume que conseguía evadirme del mundo.

Y cómo me duele echarte de menos y cómo espero que vuelvas.

martes, 16 de septiembre de 2014

Carta para nadie.

Llenar vacíos imposibles de rellenar. 
Llorando sin derramar lágrimas.
Sangrar sin sangre.
Respirar sin aire.
Vivir por vivir y seguir sin seguir.

Y es que desde que te fuiste todo perdió su sentido. Los veranos son menos calurosos e intuyo que el invierno será más frío que nunca. Aquí todo sigue igual, pero sin ti. Y quizás no es justo eso de que sigue igual porque yo lo veo todo completamente diferente. 

P.D.: Vuelve.

lunes, 8 de septiembre de 2014

Hasta que deje de estar.

Y firmo este documento prometiendo que estaré aquí hasta que deje de estar. 

Firmo este documento con la sangre de las heridas que no dejaré que te sangren, con las lágrimas que no dejaré que derrames y con el aire que debería de escaparse de esos suspiros de desesperación que no dejaré que tengas. Firmo, que estaré hasta que deje de estar.

Prometo verte reír, llorar, saltar, cantar, bailar, gritar, brillar (y no dejar que te apagues), amanecer, atardecer y no dejarte sufrir. Prometo verte, mientras esté y hasta que deje de estar.

Pero no te prometo estar para siempre, ni siquiera creo que eso exista. 

Prometo estar hasta que deje de estar, y quizás mañana ya no estoy.