lunes, 30 de junio de 2014

El principio del fin.

Guardó todos sus inviernos en esa caja, junto a sus miedos e inseguridades. Y los lanzó al precipicio, aquel precipicio que la había tentado tantas veces. Se deshicieron en pedazos; fue la primera vez que algo se destrozaba y no era ella, fue la primera vez que un destrozo la hacía sonreír.
Y desde ese instante, transformó sus miedos en valor y sus inseguridades en fuerza. Los inviernos jamás volverían a enfriarla por dentro. Y ella jamás volvería a auto-destruirse.

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