martes, 21 de octubre de 2014

La vainilla huele a invierno.

Hoy le dio por recordar.
Le dio por recordar sus inviernos.
Y le vinieron esos olores.
Le vino el olor a derrota, a tristeza, a oscuridad.
Y recordó el sabor amargo de sus lágrimas y ese olor que dejaban en el aire a "has tocado fondo".

Pero hoy también le dio por comparar.
Y así se dio cuenta que esos olores eran solo recuerdos.
Se dio cuenta que este invierno tenía otro olor.
A esperanza, a fuerza, a valor.
Y le recordó al olor de su cuello.
Al olor de vainilla.

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