lunes, 8 de septiembre de 2014

Hasta que deje de estar.

Y firmo este documento prometiendo que estaré aquí hasta que deje de estar. 

Firmo este documento con la sangre de las heridas que no dejaré que te sangren, con las lágrimas que no dejaré que derrames y con el aire que debería de escaparse de esos suspiros de desesperación que no dejaré que tengas. Firmo, que estaré hasta que deje de estar.

Prometo verte reír, llorar, saltar, cantar, bailar, gritar, brillar (y no dejar que te apagues), amanecer, atardecer y no dejarte sufrir. Prometo verte, mientras esté y hasta que deje de estar.

Pero no te prometo estar para siempre, ni siquiera creo que eso exista. 

Prometo estar hasta que deje de estar, y quizás mañana ya no estoy. 

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