domingo, 16 de marzo de 2014

Carnaval de sentimientos.

Disfrazar esa sonrisa, disfrazarla de felicidad. Pintarla de rojo, ese rojo que llama la atención. Que mejor te miren los labios a que vean los horrores que refleja tu mirada. Vestirte de insensible, ponerte esos escudos de a-mi-nada-me-duele. Y caminar, con la cabeza alta y los sentimientos reprimidos. Que sí, que la vida va de eso.
Disfraces de felicidad, de insensibilidad. Disfraces que se deshacen con lágrimas. Disfraces que hacen de esta vida un carnaval de sentimientos.

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