viernes, 1 de mayo de 2015

Ausencia II.

Neruda quiso escribir los versos más tristes aquella noche,
yo solo trato de no recordarte en cada palabra de tu canción favorita.
Cada vez que cierro los ojos para dormir, te veo
y al abrirlos, inundados en lágrimas, espero tus brazos alrededor de mi cintura.
Pero no estás, no has estado nunca
y dudo que llegues a estar alguna vez.

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