lunes, 17 de noviembre de 2014

Pasado marchito.

Que hoy el pasado picó a mi puerta.
Me trajo tu olor, tus besos y tus estúpidas manías.
Y yo le dije que se fuera, que ya no había lugar para él en nuestra vida,
dándome cuenta que ese "nuestra" ya no existía.
Le dije que te habías marchado, y que no tenía sentido su visita.
Él insistió haciendo que saborease el café que me despertaba junto a ti.
Y yo le dije que el café jamás me había sabido tan amargo.

Que hoy nuestro pasado me ha visitado y no he tenido los santos cojones de decirle que ya no es nuestro,
ni mío ni tuyo,
y que está muerto.

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