domingo, 11 de mayo de 2014

Reciprocidad.

«Otra vez has vuelto a hacerlo. Has conseguido despertar a las voces de mi interior, han vuelto a decirme lo horrible que llego a ser. Otra vez has vuelto a hacer que las lágrimas no puedan dejar de salir como si de una cascada se tratara. Otra vez has hecho que aparezca esa maldita presión en el pecho y que mi pulso tiemble continuamente. Otra vez has conseguido que sea más difícil sonreír y mucho menos llorar. Has vuelto a hacer que me ponga las canciones más tristes para llorar acompañada de voces que me entiendan. Otra vez has conseguido que apenas hable porque no creo que pueda salir nada bueno de mi boca. Has vuelto a destruir el poco cariño y confianza que me tenía.
Te odio, te odio por conseguir que vuelva a vivir en este infierno.» 

Se giró y dejó de mirar su reflejo en el espejo.

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